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¡No te quedes nunca sin pilas! Sin sustos ni preocupaciones, con un cargador portátil para coche eléctrico conducirás aliviado
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Pocas cosas hay que les den más miedo a los primerizos en esto del coche eléctrico que quedarse tirados en medio de la carretera sin batería ¿A que alguna vez has hecho cálculos con la autonomía restante y te han entrado sudores fríos? Tranquilo, es normal, por eso para los más temerosos ha nacido el cargador portátil de coche eléctrico.
Si bien los fabricantes de automóviles invierten grandes sumas de dinero en que la autonomía de los coches eléctricos sea cada vez mayor, hay veces que es inevitable tener que recargar las pilas, exactamente lo mismo que ocurre con un vehículo de combustión.
El problema viene cuando nos damos cuenta de que no hay tantos puntos de recarga públicos como gasolineras y eso, dependiendo de cuál sea tu destino, puede ser un gran inconveniente. O no, si en vez de en el problema nos centramos en la solución.
Ya sea porque tienes que hacer un viaje largo y quieres ser precavido, porque eres muy de los “por si acaso” o porque tienes una segunda residencia y no tienes un punto de carga allí, un cargador portátil puede ser una gran alternativa para ti. Para sacarte de un apuro, son perfectamente válidos.
Los hay esencialmente de dos tipos: los que se conectan a la red eléctrica o los que son como baterías portátiles. Sí, estos últimos existen, son como el power bank que tienes para tu súper smartphone, pero del tamaño de una maleta de cabina. Vamos a verlo con más detalle.
¿Qué es un cargador portátil para coche eléctrico?
Poco a poco los fabricantes de automóviles van haciendo los deberes en lo que a prestaciones de las baterías, reducción de peso, aumento de autonomía y velocidad de recarga se refiere. Sin embargo, no siempre tenemos puntos de recarga a mano, no siempre están disponibles o no coincide el conector con nuestro coche.
Qué hacemos entonces, ¿sudar la gota gorda por si no llegamos al siguiente punto de recarga? No, porque por suerte hay empresas que comercializan los conocidos como cargadores portátiles universales. Estos se adaptan a cualquier modelo de coche eléctrico y de toma de corriente.
Además, cuentan con un transformador más capaz y que les permite funcionar como una estación de recarga independiente, pero en formato móvil. Como te comentábamos, pueden ser de dos tipos, los que necesitan una toma de corriente o los que podemos llevar en el maletero de nuestro vehículo. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes.
En esencia, su función viene a ser la misma: salvarnos de un apuro cuando la batería de nuestro coche eléctrico amenaza con dejarnos tirados en una cuneta y no hay disponible ningún punto de recarga cerca. Llegados a este punto, seguro que te estás preguntando qué cargador portátil para coche eléctrico te conviene más.
¿Punto de carga o cargador portátil para coche eléctrico?
La respuesta a esta pregunta debe basarse en tus necesidades concretas. Empecemos la casa por los cimientos ¿Cuál es la utilidad que le vas a dar al cargador? Puede que seas un gran rutero y quieras llevarlo siempre encima por si, durante uno de tus muchos viajes, no encuentras un punto de recarga.
En estos casos, lo más recomendable es recurrir a un cargador portátil para coche eléctrico de tipo maleta. Este tipo de cargadores no necesitan una toma de corriente externa para aportar energía eléctrica al vehículo, pero también tienen una funcionalidad mucho más limitada.
Al ser como una maleta, restan espacio de carga en nuestro maletero. Si eres de los que suelen jugar al Tetris en el maletero porque parece que cada vez que viajas estás haciendo una mudanza, este tipo de cargadores podría ser un incordio. Además, la capacidad de este tipo de baterías es limitada.
Por su tamaño, no son capaces de ofrecer una capacidad superior a los 4-5 kWh, es decir, apenas nos aportarán una autonomía de unos 30 kilómetros. Sí, coincidimos en que es mejor que nada, pero tienen un precio algo elevado que, salvo que habitualmente nos encontremos en apuros, difícilmente vamos a amortizar.
Otra opción podría ser que tengas una segunda residencia en la playa o en la montaña y no quieras hacer la inversión de poner un punto de recarga doméstico para unos pocos días que vas al año. En estos casos lo más recomendable es que apuestes por un cargador portátil de los que se enchufan a una toma de corriente.
Este es a su vez su principal inconveniente, pero son más baratos, más pequeños y aportan una mayor cantidad de energía. De hecho, al estar conectados a la red, permiten cargar por completo la batería de nuestro coche eléctrico.
La pregunta del millón: ¿Resultan realmente útiles?
Sí, si somos conscientes de sus limitaciones y escogemos la opción que más nos conviene para nuestro caso concreto. En este sentido, los que más útiles nos parecen son los cargadores portátiles de tipo cable, ya que te permiten cargar tu vehículo al completo en cualquier lugar -siempre que haya una toma de corriente-.
Los hay de muchos tipos, son fáciles de encontrar y su mayor utilidad radica en que dispones de opciones que admiten distintos niveles de potencia (hasta 22 kW incluso) y conectores Schuko (enchufe convencional) o industriales (CEE, Cetac). Además, ellos solitos regulan la potencia máxima dentro de la seguridad.
Algunos de ellos pueden funcionar incluso en enchufes que no tienen toma de tierra, no como ocurre en los cargadores embarcados en los coches. Ante cualquier anomalía, ellos mismos cortan el flujo de corriente. Tú solo tienes que adaptar el conector que te haga falta y conectarlo a un enchufe y al coche.
En esta vida prácticamente todo tiene solución. Como has visto, con un cargador portátil para coche eléctrico no tendrás que ir siempre sufriendo en busca de puntos de recarga públicos. Ocupan espacio en tu maletero, pero ¿y lo cómodo que es conducir despreocupado por si se te acaba la batería?
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